Algunos dicen que las Islas Columbretes son uno de los «tesoros mejor guardados» de la Comunidad Valenciana.
Este pequeño archipiélago volcánico se encuentra a apenas 30 millas mar adentro desde la costa de Castellón, y de él se dice que fue refugio de pescadores, piratas y contrabandistas, siendo un lugar perfecto para inspirar cuentos y leyendas.
Más allá de la imaginación o la fabulación, lo que sí sabemos es que las Islas Columbretes son uno de los puntos de mayor riqueza ecológica del Mediterráneo, y que visitarlas es una escapada interesante si te alojas en uno de nuestros campings asociados en Peñíscola, Oropesa del Mar, Benicasim, Chilches, Nules, Cabanes, Moncofar o Alcossebre.
¿Cómo llegar hasta las Islas Columbretes?
La Reserva marina de las Islas Columbretes está compuesta por una treintena de pequeños islotes organizados en cuatro grandes grupos: Illa Grossa (Columbrete Grande), la Ferrera, la Forada y el Carallot.
Debido a su riqueza geológica y paisajística, el conjunto fue declarado Parque Natural en 1990 y Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM) en 1994.
Puedes llegar hasta las Islas Columbretes en embarcación privada (navegación libre) o con pequeños cruceros organizados con salidas desde los puertos deportivos de Peñíscola, Oropesa del Mar, Alcossebre o Castellón.
Las excursiones más habituales se hacen en catamarán y se realizan en el mismo día, pues la distancia de la costa es de unos 60 Km (el recorrido en barco dura aproximadamente dos horas).
Puesto que en el archipiélago de las Islas Columbretes no se puede desembarcar por libre, para hacer una visita es obligatorio seguir las instrucciones del personal y los técnicos adscritos a la Reserva Natural y Reserva Marina.
¿Qué encontraremos allí? ¿Qué podemos hacer durante la visita?
Actualmente, la única isla de este archipiélago que puede visitarse es la Illa Grossa o Columbrete Grande.
El islote, con forma de herradura y 14 hectáreas de extensión, está formado por varios cráteres encadenados que le dan un aspecto montañoso. La parte más alta está situada al norte de la isla y recibe el nombre de «monte Colibrí».
El recorrido por la isla nos llevará desde las escaleras de Puerto Tofiño, donde desembarcaremos, hasta el faro, datado a finales del siglo XIX (entre 1856 y 1860, cuando la isla fue colonizada) y situado a 60 metros sobre el nivel del mar.
Este faro se construyó para guiar a las embarcaciones, especialmente pesqueras, que pasaban cerca de la isla durante la noche. Actualmente, el faro de las Columbretes alberga el Centro de Visitantes con una interesante exposición sobre la isla.
La flora y la fauna de las Islas Columbretes son especialmente características, ya que allí se encuentran especies autóctonas o que se han adaptado con los años a la dureza de un lugar especialmente árido y seco, aunque bañado por el agua salada y el fuerte oleaje.
Las Islas Columbres se asocian, de manera legendaria, a las serpientes que dieron origen a su nombre (que viene de la forma latina Colubraria).
En la actualidad, esta isla alberga una numerosa población de la lagartija de Columbretes (Podarcis atrata), el único vertebrado endémico de la Comunidad Valenciana, y de escorpiones.
En las Islas Columbretes también encontrarás una gran variedad de aves marinas sensibles al impacto humano como el cormorán moñudo, el halcón de Eleonor, el paiño común, la gaviota de Audouin o la gaviota corsa. Todas ellas encuentran en este paisaje lleno de cráteres el lugar idóneo para anidar y criar.
Pero, sin duda, la mayor riqueza de las Islas Columbretes no está tanto en la superficie como en su fondo marino, un gran refugio natural de aguas transparentes salpicado por abruptas paredes, oquedades, coral rojo y algas que la convierten en un lugar perfecto para la práctica de actividades como el snorkel o el submarinismo.
Algunas de las especies que podemos observar bajo el agua son meros, langostas vivas, corvinas, morenas o barracudas.
Sin duda, las Islas Columbretes son un hábitat muy peculiar en el Mediterráneo, y se han convertido uno de los lugares de Castellón más visitados y “demandados” por su importante atractivo turístico y natural.
Si te alojas en uno de nuestros campings de la provincia de Castellón y quieres realizar esta excursión, los meses idóneos para tu visita son desde marzo hasta junio, pues durante la primavera las lluvias hacen florecer las plantas y semillas de las islas, creando un curioso manto verde que ofrece colores y aromas únicos, de gran belleza.
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