Situado en la Sierra de Crevillente, a apenas 18 Km de algunas de las playas más bellas de la provincia de Alicante y muy cerca de Elche y del Parque Natural de El Hondo, el origen del Camping Las Palmeras es un restaurante abierto en 1963.
Desde entonces, sus servicios han cambiado hasta convertirse en un pequeño resort de 60 parcelas con mucho encanto y en el que la oferta gastronómica tiene un papel protagonista.
Su director, Francisco García, se puso al frente de este negocio familiar hace 25 años.
En este tiempo, el camping ha ampliado sus instalaciones, incorporando bungalows y haciendo sus parcelas más grandes. Gracias a ello, puede cubrir las demandas de todo tipo de viajeros.
Según nos explica, la mayoría de los clientes del Camping Las Palmeras en el invierno son europeos, generalmente matrimonios o grupos de jubilados, que vienen a pasar el invierno aprovechando el buen clima que la Comunidad Valenciana les ofrece y que se instalan desde octubre hasta la primavera.
En verano, sus clientes son mayoritariamente de origen nacional que buscan un turismo familiar y/o vacacional.
El cliente en su camping ha evolucionado bastante en los últimos años, sobre todo los viajeros que buscan bungalows, que son cada vez más.
«El campista de tienda es cada vez menos habitual. Los clientes en autocaravana se mantienen, aunque también han descendido en los últimos años».
El aumento de las personas que reservan bungalows se debe, en parte, a que los usuarios ya no perciben los campings como alojamientos de menor calidad.
«Eso quizá podía ocurrir antes con algunos clientes vacacionales, pero no de otros países de Europa como Francia, donde tienen una cultura del camping más arraigada. Aun así, desde el camping sentimos que el público tenga esa percepción y los prejuicios respecto a eso son prácticamente mínimos. Además, muchos campings son prácticamente resort o parques de vacaciones. Lo que creo es que, en general, todavía existe cierto desconocimiento alrededor del mundo del camping», comenta el director del Camping Las Palmeras.
La clave para acabar con este desconocimiento es proyectar una imagen más positiva y llegar a un público más amplio, algo en lo que nuestra Federación puede jugar un papel importante.
«La Federación nos ayuda a tener visibilidad. También a proyectar una imagen más moderna y, sobre todo, a llegar a un público más amplio».
Aun así, todavía da la sensación de que los campings están fuera de los canales de distribución de oferta turística más generalistas.
«Hasta ahora nuestros alojamientos y nuestra oferta se han dado a conocer, sobre todo, en ferias o en canales para un público específico y que ya nos busca. Pero poco a poco tenemos que romper con esa tendencia para llegar a otro tipo de clientes. En todo caso, estar asociado a la Federación nos aporta muchos beneficios, sobre todo con respecto a representación, ya que un camping pequeño como el nuestro necesita tener una entidad que haga fuerza y respalde nuestros intereses».
Para García, el sector del camping también debe tender a la especialización. Según su propia experiencia, la convivencia de los diferentes tipos de clientes no siempre es sencilla.
«En campings como el nuestro tenemos dos públicos diferenciados: uno de invierno que busca tranquilidad y otro vacacional, durante los meses de verano, que se siente más atraído por las actividades que organizamos para niños y para adultos. Es muy importante que podamos especializarnos para adaptarnos mejor a las demandas de clientes más específicos».
Además de la especialización, la apertura de los servicios también es una fuente de negocio importante.
«Todos los servicios que puede ofrecer un camping se deberían ofrecer también a clientes exteriores».
Respecto a las ventajas de los campings como alojamientos turísticos seguros y de calidad, lo tiene claro.
«Los campings ofrecen los mismos servicios y calidad que los hoteles. De hecho, hemos notado que muchos clientes vacacionales prefieren los campings porque se sienten más tranquilos. Aquí encuentran una oferta diferente (espacios al aire libre, instalaciones, animación, posibilidad de estar en la parcela, etc.). Además, los campings se perciben como alojamientos más abiertos aunque tengamos incluso más normas de régimen interno. Pero la sensación de desconexión es mayor. Un hotel es más formal».
¿Qué ver si te alojas en el Camping Las Palmeras?
Las Palmeras, en Crevillente (Alicante). Abierto todo el año. Situado en la Sierra, a apenas 20 Km. de la playa.
- Admite mascotas en parcelas
- Pistas deportivas y polideportivas
- Piscina
- Animación en temporada alta
- Restaurante
- Estación de servicio para autocaravanas
- Sello Q de calidad.
Espacios de interés cercanos: Crevillente, Elche, Parque Natural El Hondo.
